miércoles, 16 de abril de 2014

PASE DE MÍ ESTE CÁLIZ

PASE DE MÍ ESTE CÁLIZ

Fue una noche, a la luna que miraba
sobre el misterio de  Getsemaní.
Comenzó a entristecerse y a angustiarse
con la imagen cercana de la muerte.
“Padre, si esto es posible,
pase de mí este cáliz.
Mas solo si tú quieres.”
Y al rato fue de nuevo la zozobra:
“Padre mío, te pido y te suplico
me libres de beber  todo este cáliz.
Mas solo si tú quieres.”
Y de nuevo en la angustia y la congoja:
“Aparta, por favor de mí este cáliz.
Más solo si tú quieres.”

Qué angustia, qué ansiedad, qué desconsuelo;
cuánta duda, temor, desasimiento;
qué compasión de un hombre al fin y al cabo,
tan cerca de la duda y la impotencia.

Es también un vía crucis en pequeño
el que siento en mis duelos,
que necesita esfuerzos y certezas
        para llegar con fuerza hasta el calvario