PASE DE MÍ ESTE CÁLIZ
Fue una noche,
a la luna que miraba
sobre el
misterio de Getsemaní.
Comenzó a
entristecerse y a angustiarse
con la imagen
cercana de la muerte.
“Padre, si
esto es posible,
pase de mí
este cáliz.
Mas solo si tú
quieres.”
Y al rato fue
de nuevo la zozobra:
“Padre mío, te
pido y te suplico
me libres de
beber todo este cáliz.
Mas solo si tú
quieres.”
Y de nuevo en
la angustia y la congoja:
“Aparta, por
favor de mí este cáliz.
Más solo si tú
quieres.”
Qué angustia,
qué ansiedad, qué desconsuelo;
cuánta duda,
temor, desasimiento;
qué compasión
de un hombre al fin y al cabo,
tan cerca de
la duda y la impotencia.
Es también un
vía crucis en pequeño
el que siento
en mis duelos,
que necesita
esfuerzos y certezas
para llegar con fuerza hasta el calvario
1 comentario:
Bonita imagen.
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