miércoles, 2 de noviembre de 2016

Y NO VEO MÁS QUE ESTRELLAS


Y NO VEO MÁS QUE ESTRELLAS

Cuando la noche llega, miro al cielo
y no veo más que estrellas,
esos focos de luz que giran libremente
buscando una verdad a la que asirse,
para gritar que no hay por qué creerse
que todo se disipa y se disuelve
más allá de los límites del tiempo.

Parece que jugaran
al juego del más tierno desconcierto,
colgadas allí lejos, en un circo
sin red y sin aplausos,
en el más enigmático silencio.

De pronto viene el día
y  el sol lo tiñe todo
en violencia de luz. Nadie diría
que hay ya zonas oscuras
ni dudas en el cielo.

Es tan solo apariencia.
porque llega la noche y se repite
el mismo ritual del desconcierto.
Yo elevo mi mirada y acompaño
esa danza febril  de las estrellas
buscando, de su mano,
ese imposible punto en que apoyar mis ojos.

Y no veo más que estrellas en el cielo.

Y me ciega la luz de sombra y noche.

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