VIAJEROS
El mundo entero viaja sin descanso,
desconociendo causas ni destinos:
sabe que estar parado lo convierte
en ser para la nada y el olvido.
Yo viajo con el mundo y soy viajero
que ve pasar continuas estaciones,
que observa cómo todos suben, bajan,
se afanan en maletas y billetes,
en gestos y ademanes que dibujan
escenas de ilusiones compartidas.
-Afán irracional, incontenible,
que empuja como brasa a hacerse llama,
y después humo, sombra, noche, nada-.
Pero el tren sigue y sigue su camino
sin anunciar el fin de su viaje,
y los raíles marchan paralelos
buscando locamente el infinito.
A veces me convierto en maquinista
y construyo un vagón en el que caben
tan solo el maquinista y el asiento
de un triste y solitario pasajero.
El tren se pone en marcha y acelera
en otra dirección desconocida,
pero siempre por valles y barrancos
del oscuro interior del viajero.
A veces se lo ve lanzando humo
y a veces en parada programada.
Sigue sin dar señales aparentes
de haber llegado nunca a su destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario