La Historia va dando pasos sin cesar y los vaivenes se
suceden en procesión constante, de manera que una parte fundamental de los
avances consiste siempre en anular parte de lo que viene siendo más admitido e
imponer lo contrario. Al cabo de un período de tiempo variable, el camino se
anda en dirección contraria, aunque no para volver exactamente al mismo punto
de partida, pues se habrán incorporado al proceso histórico elementos nuevos
que modifican el contexto de todo lo que se produce. Así explicaba el proceso
cíclico de las civilizaciones Arnold Toynbee. Así, a grandes rasgos, lo veo,
humildemente, yo. Edad Media, Renacimiento, Barroco, Racionalismo s XVIII,
Romanticismo, Realismo… Vanguardias, casticismo; progreso, conservación; modas,
vintage…
Vengamos a lo de hoy, por si repercute más directamente en
nosotros y podemos explicar algo mejor lo que nos roza y nos hiere. Apliquemos
la visión al mundo social y político.
Hay una fecha muy reciente que vivimos todos con expectación
y muchos con esperanza. Se trata del 15-M. Las calles se llenaron de gente, los
locales fueron sustituidos por las asambleas populares y los órganos de
representación institucional parecieron dejar paso a reuniones espontáneas y a
participaciones improvisadas. Todo bullía como agua en olla que cuece la
comida. De aquel espíritu surgió una fuerza política que hoy se mueve en el
Congreso y que facilita o impide investiduras. Nada menos. La pequeña pero
intensa historia de esta formación política es bien conocida por todos.
Organizar, implantar y solidificar una fuerza política no
resulta nada sencillo; y se muestra casi imposible cuando los elementos de
relación entre los grupos que la componen son débiles y difusos. Las pruebas
están a la vista de todos (“¿Aquí cómo nos llamamos?”, confesaba el líder de
UP, en una entrevista reciente, que tuvo que preguntar en algún sitio haciendo
campaña).
Pero hoy no quiero pensar en asuntos organizativos, sino
conceptuales. ¿Cuáles son las causas para el nacimiento y el crecimiento (ya
veremos si la posible caída e irrelevancia) tan rápidos de esta formación
política? Sea cual sea su descripción y su articulación, convendremos en el
ambiente general de frustración producido por el desencanto en la forma de
representación tradicional y en la sensación extendida de pérdida de derechos
adquiridos en los decenios anteriores. El color del futuro no era demasiado
claro y en la comunidad se extendió un sentimiento de desesperanza.
De ahí al miedo y hasta la ira no hay demasiada distancia. La
democracia representativa, basada en la racionalidad y en el ajuste de una
serie de principios teóricos en una ideología, se tambaleaba y una acción más
directa se habría paso. Por si acaso esto fuera poco, entraron en conflicto más
directo los derechos individuales con los colectivos, que se hacían visibles en
la misma calle.
Por añadir un solo apunte más en este boceto de pocas líneas,
la izquierda (al menos la socialdemocracia -la otra lo tiene aún más
complicado-) sigue buscando la manera de gestionar el futuro en un período
posmarxista y no parece que siempre la encuentre fácilmente.
Con estos alimentos (y otros muchos que no caben en formato
reducido) se prepara un guiso que hay que cocinar y servir a la sociedad y del
que han de comer todos, los más allegados y los menos predispuestos. Si no hay
serenidad, en forma de calma y visión sosegada de un futuro tranquilo y de
aproximación social, la olla seguirá bullendo y muchos se quemarán al acercar
las manos para sacar comida de ella. Cuando algo quema, retiramos las manos con
rapidez. Sucede entre nosotros y ocurre en muchos otros países.
La exposición de ideas es siempre saludable, de todas. La
existencia de sentimientos ennoblece al ser humano. Aliñar el pensamiento con
el sentimiento es negocio de particular juicio. Ojalá que todos nos prestemos a
ello y lo busquemos. Sin esperanza, con convencimiento.
N.B. Algo similar ha ocurrido en la otra esquina del
panorama. El fenómeno ha sido posterior y creo que, en el fondo, las causas han
sido similares. Pero de eso, hoy no, mañana.
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