EN CLASE DE FILOSOFÍA
En homenaje a Descartes y a Francis Bacon
En los fuertes calores del verano,
las hormigas recogen sin descanso
todo lo que de fuera les es dado,
sin razonar las causas de su esfuerzo.
Colgadas en el aire, las arañas
tejen y tejen una fina tela
desde dentro hacia afuera, sin ayuda
de todo lo que el mundo les ofrece.
Vuelan por el espacio las abejas,
que liban y recogen de las flores
y convierten más tarde en la
colmena
el polen y la miel en su alimento.
Me pregunto si acaso soy hormiga,
empirista y esclavo de los datos,
que tan solo trabaja en impresiones
que llegan a mi mente desde fuera.
O tal vez soy araña que elaboro,
aprendiz de idealista, pensamientos,
mis propios pensamientos, sin la ayuda
de lo que el mundo entero me regala.
Quisiera ser abeja que recoge
y elabora, mezclando los esfuerzos
de empirismo y razón, hasta elevarme
a conciencia total del universo.
1 comentario:
Eres un kantiano, Antonio. Kant llegó a esa misma conclusión hace ya unos cuantos años.
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