OTOÑAL
Llora
el cielo detrás de los cristales.
La
lluvia se ha asomado a mi ventana.
Los
árboles del bosque también lloran
y
comienzan a estar deshabitados.
La
vida se refugia entre paraguas.
Mi
casa está jugando con la sombra
más
tiempo del que tiene acostumbrado.
La
luz va declinando cada tarde
y
demora su voz en la mañana.
Me
puede la nostalgia dulcemente
sentado
en el sillón de mi terraza.
Voy
y vengo del mundo a la memoria,
de
la memoria al mundo y a sus horas.
El
otoño, que anuncia su llegada.
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