Porque hoy el calendario también marca catorce
de agosto, dos mil once,
y hace catorce años que el tiempo se olvidó de tu presencia;
porque sonó el teléfono y supe de inmediato que el misterio
se posa en la certeza más intensa;
porque ahora tienes tiempo, todo el tiempo,
de armonizar el ritmo de los montes,
de ver cómo se extienden de ese tronco
nuevas ramas y troncos y más troncos;
porque en el plan diario de la monotonía
nos cuesta hacer un hueco
para que yo y los tuyos nos sentemos
a charlar de lo nuestro sin urgencias;
porque apenas ocupas y compartes
un levísimo hueco a ras de tierra,
mirando eternamente a las estrellas;
porque aquí van surgiendo cicatrices
y el paso de los días nos va poniendo viejos;
porque hay despojos limpios, luminosos,
que perduran después de la batalla,
por todo, que es ya nada,
por esa casi nada que es hoy todo,
hoy la palabra padre se hace carne
y habita densamente entre mis carnes.
1 comentario:
"por todo, que es ya nada,
por esa casi nada que es hoy todo"....ummmmm!.....cómo me gusta este juego de significado.
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