martes, 8 de octubre de 2013

UN PAR DE MALOS EJEMPLOS



He asistido en los últimos días a un par de episodios que reinciden machaconamente en la presentación de esta religión mayoritaria de la comunidad como algo patético, lleno de miedo, inabarcable, esotérico y lleno de goteras y de duendes malditos por todas partes.
Sábado día 5. Ocho y media de la tarde noche. En el teatro Cervantes se representa una obra cuyo título no recuerdo, ni falta que hace. Dos actores con oficio, extraordinaria vocalización y dominio de la escena. Se trataba de poner en escena el enfrentamiento de algún representante de la inquisición y de Teresa de Jesús en la decisión de fundar nuevo convento y de reformar la orden del Carmen con el traslado de la Encarnación de Ávila al convento de San José de la misma ciudad. Durante una hora y media no vi otra cosa que amenazas por todas partes para esa mujer por parte de las autoridades. Y eran todas amenazas basadas en la autoridad y en la posible existencia de faltas y de pecados por parte de la reformadora. Por la otra parte, la buena mujer se defendía como podía pero también siempre desde la llamada al sacrificio, a la negación, al miedo al infierno, a mandatos oscuros de Dios y dibujando un panorama lejano a la normalidad y a la sencillez.
Ayer y hoy he dedicado horas a la lectura de “El libro del ascenso y descenso del entendimiento”, obra del mallorquín Ramón Llull, hombre de personalidad variadísima, poeta, místico, filólogo, poeta y mil cosas más quien, a comienzos del siglo catorce escribió un intento de método para razonar con el que alcanzar cualquier conocimiento. Por supuesto, termina con el conocimiento último de Dios. Por el camino ha ido informando de cómo llegar sin error al conocimiento de los elementos minerales, vegetales, animales, hasta llegar a los ángeles y a Dios. De esta última parte copio un párrafo para ilustrar el fárrago nominalista y conceptual en el que se mueve:
“DE LA SINGULARIDAD DE DIOS: 1.- Desea el entendimiento adquirir (en el modo posible) noticia de las divinas personas, y de qué modo son en la esencia de Dios y de sus razones o atributos, para lo que considera cinco principios, con los que pretende investigar de qué modo las divinas personas lo son, cuyos principios son: la acción, distinción, concordancia, igualdad, y medio, y para ello discurre así.
2.- La primera persona es un ente que por sí mismo existe y por sí mismo es lo que es; la naturaleza divina es activa, y así mismo lo es su unidad, bondad, etc., la misma naturaleza se activa naturando, porque el naturante es activante y personante, el cual es la misma naturaleza, produciendo el naturado personado, que es otra persona, y todo esto con el naturar por amar, el cual es otra persona, y así toda la naturaleza divina es activa pasionada y actuada en dichas tres personas, sin las cuales fuera ociosa y anulada, en cuya naturaleza una persona es el naturante, otra el naturado y otra el naturar por amar, de que se sigue la distinción de personas, de manera que una no es la otra en la misma esencia, sino es que las tres de tal manera tienen concordancia, que cada una por sí misma es una persona, y son entre sí una misma esencia y naturaleza, y esto igualmente, porque el naturante de todo sí mismo produce naturado, y entrambos espiran al Espíritu Santo igualmente de toda su esencia y naturaleza, el cual Espíritu Santo está en medio del Padre y del Hijo igualmente por el amor, como el engendrar, que igualmente está entre el Padre y el Hijo por el entendimiento.” Olé tus narices.”
¿Es que no hay formas más positivas y amorosas de presentar la existencia de un Dios? ¿Por qué meten tanto miedo? Y luego no quieren quejas. Porque con el miedo ya se sabe que se consigue despersonalizar y deshumanizar al ser humano. Y con el acojono viene la sumisión. Y la falta de libertad. Y la esclavización. Y el aplauso al poderoso por parte del débil. Y la violencia en nombre de lo desconocido. Y todo eso que puebla nuestros días y los demás días.
Como decía un sabio que murió en la Costa del Sol hace muy pocos meses, yo no sé si existe Dios, pero, desde luego, este que presentan no puede ser real pues, si así fuera, habría que combatirlo por oscuro y por cruel.

Y eso que he aportado datos de dos personas ilustres, esforzadas y de la mejor voluntad. En otros niveles es mejor ni siquiera entrar.

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