.- El mejor tesoro, el tiempo.
.- Dejarse llevar por la buena
voluntad, pero no confundir el deseo de la verdad con la verdad misma.
.- La sorpresa es efectista; el
convencimiento es efectivo.
.- Espejo, especulación,
espejismo… ¿y la experiencia sobre lo real? ¿Dónde está el límite?
.- ¿Son equivalentes las cosas al
conocimiento que de ellas tenemos? Si al menos domináramos las reglas del
conocimiento…
.- Analiza y escudriña los
contextos; entonces estarás en disposición de dominar lo que puedes conocer de
las cosas.
.- Toda la realidad pasa por la
imagen cóncava del callejón del gato. “En este mundo traidor…”
.- Solo se conoce lo que ya
existe. Parece una grosería pero eso implica que el campo de batalla está en la
forma de conocer, en las facultades del conocimiento, no en el hecho que se va
a conocer.
.- Conocer no es solo describir
sino organizar: hay que conocer con conciencia.
.- Déjate impresionar pero
remueve esas impresiones hasta entender en qué condiciones se han producido y
cómo te puedes alzar sobre ellas y dominarlas.
.- Álzate a los principios, pero
no olvides que su compañía y convencimiento está en la realidad.
.- Práctica diaria saludable:
construir tres sencillos silogismos en los que se advierta con claridad la
secuencia causa-consecuencia.
.- Tener conciencia de los
límites es la mejor ayuda para dominar los territorios.
.- Ejercicio más filosófico que
lingüístico: trabaja los hiperónimos y somete a los hipónimos; después sigue
escalando en la abstracción.
.- En el contacto consciente con
la experiencia se descubren conocimientos y formas de conocimientos previos a
esa experiencia. En forma más popular: “Si sabe de uno cosas que ni uno sabe
que sabía.”
.- No tiene la misma intensidad
el concepto “rosa” que el concepto “rosa blanca”. En el segundo caso, la visión
se ha concentrado en solo una parte. Tú decides.
.- Cuando conoces con la
sensibilidad, ese conocimiento te es dado desde fuera; cuando conoces con el
entendimiento, ese conocimiento piensa los objetos y los domina desde ti mismo.
.- Sumérgete en el espacio y en
el tiempo y habrás creado el escenario global del gran teatro del mundo.
.- Cuestión calve: ¿Soy yo el que
crea el tiempo o el tiempo hace posible que yo exista?
.- Somete las intuiciones a los
conceptos, pero no te olvides de devolver los conceptos a las intuiciones y a
las cosas concretas.
.- Copia literal de Kant: “Verdad
es la conformidad del conocimiento con su objeto. Es decir, la conformidad del
conocimiento con las leyes universales y formales del entendimiento y de la
razón.”
.- Detente en esta duda: ¿Cuál es
la posesión más verdadera, la de la intuición y sensitiva, o la del
conocimiento racional?
.- Un proyecto ordenado de
acción: intuye, razona, entiende, juzga, actúa.
.- ¿Qué conciencia mantengo de mí
mismo, la de que soy o la de que aparezco en cada momento?
.- No es el tiempo el que
transcurre sino la existencia limitada de las cosas. Si quieres comprobarlo no
tienes más que darle tiempo al tiempo.
.- No te preocupes demasiado de
las cosas. Recuerda que apenas llegamos hasta sus representaciones. ¿Quién sabe
qué es lo demás o si hay demás?
.- Tres reglas de oro tomadas
directamente de Kant:
a) “Lo
que conforma con las condiciones formales de la experiencia es posible.
b) Lo
que está en conexión con las condiciones materiales de la experiencia es real.
c) Aquello
en que la conexión con lo real está determinada según las condiciones generales
de la experiencia es necesario, existe necesariamente.”
.- Apunte poético: Tuve tu sueño
azul en el principio,/ antes de tu presencia en mi presencia;/ pero todo fue
más y más completo/ cuando toqué tu cuerpo y sentí el vértigo/ de tu carne en
mi carne.
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