A pesar del calor del mes de
agosto y de la calma chicha, los datos siguen fluyendo y, en una sociedad
variada como la nuestra, termina por saberse casi todo. Sobre todo si se pone
un poco de empeño y no se deja uno avasallar por la velocidad con la que se
solapan los acontecimientos.
Algo bien distinto es estar
dispuesto a pasar del nivel de la descripción al de la comprensión y al de las
consecuencias, al de la interpretación y al de la toma de decisiones personales
y colectivas. Esto ya es harina de otro costal y a veces se antoja sembrar
cotufas en el golfo. Y, sobre todo, estar dispuesto a seleccionar, porque en
ello empieza la manipulación de la realidad.
Ayer leía en un periódico que una
encuesta revelaba que los españoles andamos más preocupados por el tiempo
atmosférico del día siguiente que por la enorme cantidad de guerras y
conflictos que se cuecen por el mundo. Absolutamente revelador. Y hoy se
comentaba en otro medio que UN MILLÓN DE JÓVENES se ha marchado de España en los dos últimos
años.
Cualquiera de los dos datos es
para echarse a temblar. Y, como se pedía antes, no por el hecho en sí sino por
la cantidad de inferencias que de él se extraen. Por ejemplo, léase el segundo
y piénsese:
a) ¿No
es verdad que la mayor riqueza de un país en su riqueza humana? Si se sabe
formular diferencias entre cantidades y cualidades, se deducirá que se pierde
algo mucho más importante que un número de productores.
b) Este
millón de personas pertenece a la parte de la curva de población mejor
preparada intelectualmente. Hay que pensar, entonces, que se pierde una
productividad más alta en cada uno de ellos.
c) ¿Cómo
se revierte al país que los ha formado todo lo que en ellos se ha gastado en
formación?
d) ¿En
qué países van a concretar su proyecto de vida?
e) ¿Cómo
se va a encauzar el proyecto de vida de sus posibles hijos?
f) ¿Qué
sucede con su desarraigo familiar y territorial, así como con el de sus hijos?
g) ¿Qué
ocurre con la derivada de las pensiones y el corte que se produce entre
generaciones de padres mayores e hijos que se van?
h) ¿Cómo
se va a mantener el afecto de todas estas personas con la comunidad de origen
que les obligó a marcharse?
Las implicaciones de carácter
personal y colectivo son casi infinitas y casi todas son negativas. Esto sí que
es empobrecer a una comunidad y no el PIB ni el pob de las narices.
Como si estuviéramos tontos y fuéramos
lelos, los representantes públicos de la derecha se acogen a las vírgenes de
turno sin rubor intelectual ninguno, bautizan las salidas como expansiones
culturales (seguramente porque ellos pueden pagarles sin problemas los billetes
de vuelta), descubren como un milagro la patria común europea y, si te
descuidas, hasta te ponen la maleta en el tren y te ponen un lacito en el pelo.
Y, si te repuchas, te amenazan con la vendimia o con la emigración de los años
sesenta. Así que chitón y viva la virgen del Rocío.
4 comentarios:
¿"arena" o "harina"?
Ser representante público tiene sus pros y sus encontras.
El que ha tenido suerte de estudiar no deveria despreciar al que no sabe por mala suwrte. Sovervia es mala. Tenia que a verle dicho con cariño y preguntado ugual que a uste le pregunto “contras” o “encontras”. Bale abrazos
ja ja ja yo me voy a pasear al perro, que lo arreglen los políticos, hay servicios sociales
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