miércoles, 3 de agosto de 2016

¿DE VUELTA?


Preámbulo conocido: ninguna cosa mejor que la presencia de mis nietos y todo lo que ellos significan para mí. Once días -los he contado uno a uno- conmigo y se me fueron de las manos cuando empezaba la segunda ronda-. Se me fueron y yo me quedé con las manos y el corazón vacíos. Tienen que acudir a otros lugares, lo sé, pero me dejan triste y encogido. Los quiero más todavía, si esto es posible. Vale.
Decía Marañón, en su ensayo Dos monólogos sobre la prensa y la cultura lo que sigue: “Cuando el hombre escapa de la presión de la vida cotidiana y se hace libre, es decir, cuando se encuentra a sí mismo, no encadenado a un ritmo, sino flotando en el Universo, como ocurre en los grandes viajes, en las largas enfermedades, en la prisión o en el destierro, entonces, se da cuenta de que el saber no es oír o leer cosas nuevas, sino trabajar profundamente unas pocas cosas fundamentales, amasándolas, como la harina del pan, con el específico fermento de la meditación. Y esta noble actividad exige, para problemas mínimos, semanas enteras”.
Es el caso que yo he pasado semana y media lejos del día a día y amasando con los míos ese mundo interno y duradero de lo familiar, y me he quedado casi a dos velas de lo que cada día sucede por ahí, o mejor, de lo que los medios de comunicación dicen que sucede por ahí. No pasa nada si yo no quiero que pase nada; lo que tenía que pasar sucedía en otro círculo mucho más auténtico.
Pero todo sigue manga por hombro en el asunto este de formar Gobierno y de que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo. Anotaré mi opinión ahora que el tiempo anda revuelto y cuando es más fácil darse de bruces en la red.
1.- MI posición política es de izquierdas, por supuesto.
2.- Los partidos de izquierdas se han presentado a las elecciones con un programa para cambiar el rumbo de las políticas de derechas, ergo la lógica pide que se apueste por otro Gobierno distinto al que actualmente está en funciones.
3.- La suma de intereses de grupo, territoriales, etc. evidencia que no se puede producir una suma suficiente de votos de derechas. Recuérdese que la derecha (opino) no tiene ideales, sino solo intereses.
4.- La única posibilidad numérica que permitiría una salida de la crisis sería una abstención del PSOE.
5.- Dese, pues, esa abstención para la investidura.
6.- Hágase, por favor, a cambio de nada, solo como fórmula numérica para echar a andar y pensando en el conjunto de la comunidad.
7.- Peléese desde el primer día y desde la primera ley para defender las posiciones propias, aquellas que deben estar en la base de un partido de izquierdas.
8.- El objetivo último no es el poder sino la implantación de las ideas que mejoran la vida de la comunidad, por más que en este sistema el poder lo facilita.
9.- Siempre es preferible equivocarse por generoso y liberal (acepción etimológica, por favor) que por sacapechos, aunque aparentemente se dejen pelos en la gatera.
10.- A pesar de todo, entiendo a los que se oponen a facilitar nada a un partido que representa lo que representa el PP y que en los últimos años tantas desigualdades ha causado y tanta corrupción ha generado: están totalmente cargados de razones para defender su postura.

En fin, que vengo a desmentir un poco a Gregorio Marañón y me incorporo a la rutina diaria para observar los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa, o, ya se sabe, lo que pasa en la puta calle.

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