miércoles, 3 de mayo de 2017

PRIMERO DE MAYO: OTRA VEZ


Mayas y limones, primaveras y calores, marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso. Todo eso anda en las tradiciones y está bien que así sea.
Hay otra tradición más reciente pero más social y más sabrosa. Es la celebración del día 1º de mayo, la fiesta del trabajo, el día en el que simbólicamente se grita por las calles en busca de una situación más justa y menos escandalosa. Son los sindicatos los que llevan la voz cantante, sobre todo los de clase; los otros se ciñen a sus afiliados y poco quieren saber de los demás.
Cada año se recogen, en forma casi de catálogo, las principales reivindicaciones obreras. Apenas cambian de un año para otro. ¿Cómo iban a cambiar si las coordenadas siguen siendo las mismas? Apenas si añaden alguna imagen más reciente para darles algo más de proximidad y visualización a los conceptos básicos.
Copio los de este año en sus líneas generales:
1.- Empleo estable:
2.-Salarios justos.
3.- Pensiones dignas.
4.- Más protección social.
Y algunas de las peticiones concretas: Derogar las reformas laborales; Crear un Plan de Choque; Volver a la negociación colectiva; Salario mínimo interprofesional; Igualdad salarial; Derogar la reforma de pensiones…

Todo se puede razonar y discutir, pero difícilmente se podrá argumentar que estas peticiones no apuntan hacia toda la comunidad y especialmente hacia los más necesitados. Los sindicatos tendrán que ver la manera de dar cuerpo a la participación de los ciudadanos para que estos no se sientan frustrados y hasta recelosos de las organizaciones (ahora mismo andan cerrando con el Gobierno un acuerdo para dar estabilidad a toda una multitud de interinos que, a falta de mejor explicación, me sonroja y me recuerda otra de hace varios decenios), pero no hay excusas para no decir bien alto que queda mucho camino por recorrer y mejoras por realizar.

No hay comentarios: