Y si en lugar de ver demonios en
todas las esquinas descubrieras que todo es aliado, que el día te regala la luz
que necesitas para vestirlo todo de colores, que los primeros brotes de las
flores son presagio de una orgía de vida y de bullicio, que el dolor es
contraste para gozar su ausencia y alcanzar plenitud cuando no está, que existe
quien te quiere aunque te lleve con frecuencia la contraria, que el pasado no
existe pero tú no existirías sin él, que tus años no son lo que te queda sino
todo lo que te ha costado llenarlos de vida, que imaginar la vida es ya vivirla
con agrado, que apuntar la luz a las aristas positivas te hace entender mejor
las negativas, que tenderle la mano a aquel con el que mantenías en alto el
viejo malentendido fue una acción que te salvó el día, que jugar con los que te
rodean o imaginarlo al menos es hacer que el juego sea lo más serio que puedes
imaginar, que sentirte privilegiado es mejor que sacar pecho aunque te sobre
algún motivo para ponerte gallito alguna vez, que besar es mejor que volver la
cara, que… ¿A que sí?
Esta mañana me he desplazado a
Salamanca para realizarme una resonancia magnética. Soy muy mal enfermo y
padezco de algo de claustrofobia. Un poquito de sedación y unas palabras
amables de los facultativos indicándome la conveniencia que me durmiera con
pensamientos positivos me llevaron a despertarme sereno y como si nada hubiera
ocurrido.
¿A que es bueno pensar en
positivo y creer que todo está aliado con uno para que al mundo se le pinte la
cara de colores y con una sonrisa de oreja a oreja?
¡Ay, esa sensación de que se está
absolutamente indefenso y en manos de cualquier golpe de suerte cuando se entra
en un hospital, por más que no se trate de nada grave!
Hoy están los almendros y los
besos donde estaban la helada y el invierno. La vida se abrió toda, como una
granada en madurez y todo fue sabroso. Hormigueó el latido de las cosas y supieron
los sentidos de la certeza de todo lo que anida en los brazos del tiempo y del
espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario