NATURALEZA
Un velo gris de niebla
hace el oficio
de guardián pudoroso de
la nieve.
Más arriba, la sierra se
desnuda,
para que la fecunde el
horizonte.
Hay restos de morrenas
monte abajo
que guardan el recuerdo
de la piedra.
El entorno propicia que
los dioses
sacien su sed en los
regatos próximos.
El tiempo se ha hecho
piedra, roble y musgo
ungidos por el bálsamo
del agua.
Por los caminos últimos
del bosque,
invoco la inocencia y el
silencio,
Y, en la contemplación,
tanto me olvido,
que incluso hasta me
olvido de olvidarme.
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