PASEO
NOCTURNO
Es de noche. Las calles
han cesado
de ejercitar su oficio
cotidiano
y sueñan con las gentes:
están solas
y llenas de vacío. Las
farolas
descubren en el suelo los
vestigios
que el día diseminó por
las aceras
y alumbran los secretos que
la noche
cobija hasta romper la madrugada.
Paseo lentamente esas
aceras
y habito en el silencio. Voy
soñando
con todos los quehaceres
que le aguardan
al día venidero. En su
transcurso
seré otro vagabundo entre
las gentes,
despistado entre tanto
griterío;
aunque estaré tal vez
conmigo a solas,
buscando, inútilmente,
algún sentido
al incesante discurrir del
tiempo.
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