viernes, 4 de junio de 2021

LA LLAMADA DE LAS COSAS


LA LLAMADA DE LAS COSAS

Hoy el camino fue en sentido inverso:

me sedujo el rumor de los sentidos

y atendí la llamada de las cosas.

La idea se hizo olvido y se hizo nada

y fui solo sentir y ser sentido.                                                  

El color se olvidó de ser concepto

y vivió en amarillo, verde o rosa,

porque fueron las rosas y los lirios,

y el verde en la pradera y en las ramas.

No alcancé la belleza, sí lo bello

en una bella mata de lavanda.

Bajé del cielo al valle, toqué tierra,

respiré la fragancia de los árboles

y fui naturaleza, simplemente,

uno más entre tantos, el milagro

del mundo de la Física y la Química

en plena evolución y en un misterio

en que se ordena el caos y, al mismo tiempo,

se vuelve a destruir y a reordenarse.

 

Mis ojos se vistieron de hermosura

tan solo con mirar y ser mirado,

con oler y tocar, pues fue hoy el día

de la fiesta de todos los sentidos.

3 comentarios:

Antonio Merino dijo...

Parece fácil ser poeta en Béjar
con campos de colores, arroyos rumorosos
y cielos de algodón.
Ven, atrévete e intenta el doctorado
en este secarral, en que me ahogo,
yermo, estéril, baldío y asolado.

mojadopapel dijo...

Tiene razón Antonio Merino. Podemos disfrutar de este privilegio que nos regala la Sierra de Béjar.

Antonio dijo...

Os invito a los dos a una nueva lectura, aquella que enfrenta la abstracción en la idea y la inmediatez de la realidad en los sentidos, tanto en el fresco como en el secarral. Por lo demás, estos parajes acogen a todos y a todos os aguardan. Abrazos.