PARADOJA
Se
me espacian las horas y los días
en
sucesos y en tiempos sin certeza.
No
he venido a este mundo con la meta
de
poner a la fuerza razón y orden
a
ese caos ordenado en que la vida
se
muestra en la existencia de las cosas.
Mi
oficio está en nombrarlas, simplemente,
en
afirmar que existen, me contienen,
que
soy uno de tantos y que valgo
tan
solo lo que quiera su presencia;
con
ellas como, duermo, me levanto,
recibo
los impulsos que me empujan
a
seguir actuando en una guerra
que
no tiene principio conocido
ni
final que termine con la muerte.
Yo solo soy un átomo olvidado
del
magma indefinido en que se pierde
la
voz, que ya no es voz, de mi conciencia.
Pero
esa débil voz, en paradoja,
está
llamada a ser conciencia y eco
que
dé voz al sentir del universo.
1 comentario:
Cada voz forma una pequeña parte del universo humano que nos rodea.
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