SONETO ELEVADO A N+1
DEBERES PARA EL CAMINO
Ni aun fuera has de olvidar lo que en tu casa
practicas con ahínco cada día:
es la constancia empeño y osadía
que no permite obviarla ni con guasa.
Si vas en coche, observa lo que pasa
dando vueltas y vueltas a la vía;
si en tren o en autobús, yo intentaría
que ninguna viajera me ayudara.
Si el destino es Madrid, piensa en tu nieto;
si el destino es Valencia, haz otro tanto:
llenarás el viaje de contento.
Lo que por el camino has rumiado
al llegar al destino deja en verso.
Este ejemplo de muestra te he dejado.
SARA QUIERE DORMIR Y NO LA DEJAN
Tiene Sara un espíritu en sus ojos
que no puede esconder ni cuando duerme;
cuando despierta y a mirarnos vuelve,
es toda un cielo azul, un sol de oro.
Mas revivir del sueño poderoso
en las mañanas frías de noviembre
es esfuerzo titánico, celeste,
para su tierna edad y sus antojos.
De su madre la voz percibe oculta
bajo el tibio refugio de las sábanas:
“Sara, vamos, mi amor, que son las ocho”.
Sara que, en su sopor, la voz escucha,
se da la vuelta y dice a quien la llama:
“Es que quiero dormir, déjame un poco”.
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