LOS MIEDOS
QUE INVENTAMOS
Hoy quisiera borrar del diccionario
-y mañana también-
las sombrías palabras, vengativas,
que alimentan los miedos que inventamos,
que oscurecen
los rayos relucientes de la tarde,
cuando se entrega el cuerpo a los sentidos,
monte abajo o arriba,
por calles, por caminos, por senderos,
sin miedo a descubrir, amenazantes,
los labios de los dioses, los preceptos
que niegan, que rechazan, que rebaten,
que impiden, que rehúyen, que dan miedo.
Quisiera simplemente ser humano,
sentirme escaso, simple, limitado,
acotado por esas pocas cosas
que me llevan sin causa
a la certeza alegre de la vida
y a esos momentos íntimos
en que no sé de dioses ni pecados,
a esos ratos de olvido
en los sencillos brazos de mí mismo,
en los que soy acaso un dios menor
que vive en altibajos y que sabe
que un día no sabido se despide
con la serenidad de haber cumplido
lo que el tiempo dispuso.
Sin más, pero sin menos.
1 comentario:
Sin más pero sin menos.... puñetero equilibrio.
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