REFLEXIÓN
Los
días nos habitan y nos surcan
con
la costumbre fiel de la rutina,
como
el cauce sencillo que la lluvia
va
formando en los últimos regatos
que
llegan lentamente a la llanura.
Allí
dejan, en un lento silencio,
los
más espesos légamos y ordenan
las
formas de los huertos y los campos,
ajustan
las llanuras y los bosques
en
un paisaje nuevo.
Las
estaciones pasan, las cosechas
semejan
cada año ser las mismas.
Pero
hay olores nuevos de manzanas
y
brotes diferentes en los huertos:
la
vida se sorprende y se renueva
sin
motivo aparente que la explique.
Por
eso, sin saberlo, cualquier tarde,
nos
herimos en ella y regresamos
por
el cauce del agua
a
buscar los caminos olvidados
por
los que vino el río hasta los campos.
Y
entendemos el légamo y el fresco
rumor
de lo que fue otros días grito
en
el ámbito gris de la memoria.
Y
abrimos nuevos cauces para el agua
que
marcha, silenciosa y sin descanso,
de
nuevo hacia el futuro y el olvido.
4 comentarios:
Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:
Es una suerte poder contar con este potente oído virtual que nos permite captar sus reflexiones.
Nuestro amigo Casadiego, que le conoce desde hace años, aún se admira de la facilidad para expresar sus sentimientos y que el resultado sean estos poemas tan bellos.
Gracias por publicarlos y dejar que los disfrutemos en la Red.
Abrazos.
P.D.: Aprovecho para felicitar a Manolo por la fotografía y la música que nos ha dejado en Puntos de Vista, como regalo de Reyes. Son ¡¡¡preciosas!!!
Gracias por tus benévolos oídos. Antonio.
Que nos habiten muchos días.
Y dile a Manolo que nos regala belleza por encima y también por debajo de las nubes.
Dicho queda.
Antonio
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