domingo, 24 de agosto de 2014

EN EL NACIMIENTO DE RUBÉN


EN EL NACIMIENTO DE RUBÉN

La vida se asomó por la ventana
conforme a lo acordado y convenido,
y ya todo fue aurora y fue latido
y fue fulgor y resplandor de llama.

El silencio y lo oscuro de la nada
ahora eran carne  en confesión de niño,
pues eran de la vida los vagidos
primeros que el futuro inauguraban.

Fue en Ávila, en agosto, día veinte.
Rubén, en su inocencia, se hacía cargo
del vértigo total de cada día.

El tiempo se encogió solo en presente,
lo dulce se hizo mezcla con lo amargo
y echó a rodar la rueda de la vida.

Que los dioses te lleven de la mano

en tu vida común de ciudadano.

2 comentarios:

mojadopapel dijo...

Enhorabuena por tu segundo nieto....pero se te echa de menos.

Antonio dijo...

Muchas gracias. He andado bastante ocupado.
Antonio