ACERTIJO DEL DOLOR
Si el dolor se produce y se
derrama
como mal cotidiano por el mundo,
no estará mal -incluso es
razonable-
que a un dios se le pregunte
por que explique su acción en
este asunto.
Tan solo se me ofrecen
cuatro formas
de actuación celestial en el
negocio,
ninguna me seduce ni convence:
o quiere eliminar del mundo los
dolores
y no puede lograrlo,
y entonces es un débil como
tantos
que no van ni de dioses ni de
eternos;
o puede conseguirlo y es su gusto
no querer alcanzarlo, qué manera
de venirle la envidia a
visitarlo:
eso es propio de dioses de
bolsillo;
o ni quiere ni puede, y en tal
caso
es envidioso y débil,
tal cual un dios menor debilitado;
o, por fin, quiere y puede
con la fuerza absoluta de su
rango.
Pero entonces me asalta la
blasfemia
y clamo hasta quedarme sin
aliento:
¿Por qué no se eliminan esos
males
que tanto desconsuelan y
atormentan
al ser que los contempla o los
soporta?
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