AMBICIONES
Desterrar la conciencia de pecado
más allá de los muros del olvido
y que emerjan los cuerpos
desnudos y sin mancha hacia la
vida.
Que el ser humano vuelva
a ser su propio fin y la
excelencia
de toda elevación y aristocracia.
Que derribar al sátrapa de turno
sea echar abajo el muro de las
lamentaciones.
Que toda realidad se toque y se
modele con las manos.
Que sea el camino el gozo de
cualquier caminante
y sea la verdad solo su propio
territorio.
Que todas las doctrinas y los
ritos
tengan por dios y sacerdote al
hombre.
Que todos nos alcemos a una
verdad más diáfana
para saciar la hoguera en que
arde la voluntad.
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