ESTOY CONMIGO MISMO CONVERSÁNDOME
Estoy conmigo mismo
conversándome,
abriéndome las vísceras, rumiando
la inefable conciencia de la
nada,
el constante arañazo que me agita
en los brazos decrépitos del
tiempo.
Solo soy existencia, angustia, espera
de la segura muerte que me
aguarda;
mientras, sigo existiendo y
olvidándome
de mi seguro y pobre acabamiento.
Pero soy flor de un día luminoso
y soy ser en los límites del
tiempo,
preparación continua para el día
en que sea cara a cara con la
muerte.
¿Será la nada flor de mi
conciencia,
de la suma infinita de todas las
conciencias?
¿Será tal vez la voz de mi
conciencia
temporal resonancia de la nada?
Salir de dudas es mi única duda,
y no habré de esperar para
saberlo.
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