Parece que ya todos velan armas en
una calma chicha, ante el punto al que ha llegado eso que llaman el Procés en
Cataluña. Cualquiera que no estuviera ciego lo podía ver acercarse y
precipitarse con agua de tormenta. Se trata, me parece evidente, del asunto más
delicado -no sé qué otro eufemismo utilizar- de la última época histórica
(¿Cuántos años le ponemos?).
Alguna vez he resumido mi opinión.
Qué osadía, en treinta o cuarenta líneas. Pues, aun así, me atrevo de nuevo: a)
Jurídicamente la razón se vence de parte del Estado Español; b) Emocional y
psicológicamente no hay quien pueda poner puertas al campo ni torcer la
voluntad de tanta gente. ¿Qué criterio debe prevalecer? ¿Cómo se conjugan
ambos? Esta puede ser la clave. Desde la cerrazón, desde luego que no.
Pero oigo con mucha frecuencia algo
así como que hay que buscar un nuevo “encaje” de Cataluña en el resto de
España. Entonces yo me quedo siempre aguardando alguna concreción de esta idea,
que, así genéricamente formulada, no tiene por qué ser ni buena ni mala. De ese
estado de idiotez me viene a sacar cualquier ocupación, hasta que vuelvo a la misma
situación de estupidez cuando vuelvo a escuchar la maldita frase genérica.
¿En qué consiste eso de “encajar” a
Cataluña en el resto de España? Misterio. A veces juro que interrogo y hasta
increpo a la persona de la que procede la afirmación para que diga algo que me
ayude a visualizar ese “encaje”. Siempre obtengo el silencio por respuesta. Y me
enfado por ese silencio.
A modo de ejemplo, y por si alguien
me quisiera ayudar, voy a proponer algunos hechos concretos. “Encajar” a
Cataluña en el resto de España podría consistir en lo siguiente:
1.- Bailar la sardana en Cataluña tres
veces al día más que en los demás territorios.
2.- Bailar la sardana en Cataluña
tres veces al día menos que en los demás territorios.
3.- Cobrar en Cataluña un tres por
ciento más el IVA.
4.- Cobrar en Cataluña un tres por
ciento menos el IVA.
5.- Que en Cataluña los vehículos
circulen por la izquierda.
6.- Que en Cataluña los vehículos
circulen por la derecha.
7.- Que en Cataluña el sol salga por
occidente.
8.- Que en Cataluña el sol salga por
oriente.
9.-Que en cualquier territorio de
Cataluña exista el derecho de autodeterminación.
10.- Que en cualquier territorio de
Cataluña no exista el derecho de autodeterminación.
Y así hasta la náusea. Poco importa
que sea sobre asuntos intranscendentes o enjundiosos, que produzcan
desigualdades a favor de los más ricos o cargas sobre las espaldas de los más
desfavorecidos.
Por favor, ¿quién quiere proponer
asuntos reales para que yo sepa a qué atenerme?
Mientras tanto, el cielo se carga de
nubes y negrea. Suenan incluso los truenos. Y estos son siempre signo de
tormenta.
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