HOY QUISE SER PARDAL
Es tiempo de pardales y estorninos
este junio tan niño y primerizo.
Igual que en mi niñez yo era pequeño
y saciaba mi sed en cualquier sitio,
así el pardal se acerca temeroso,
con su mínimo peso y con sus alas
plegadas, caminando muy despacio,
hasta el agua parada en cualquier
charco,
donde bebe y al fresco se solaza.
Luego levanta el vuelo, se va al
aire,
traza curvas, celebra
todo lo que de hermoso tiene el mundo
y se pierde en el bosque, entre otros
pájaros
.
Qué docta sencillez, cuánta armonía,
qué redonda la luz para ese vuelo
de la celebración de cada día.
Hoy lo vi en la mañana luminosa
y quise ser pardal y ser cual ave
que vuela en sencillez cerca del
aire.
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