lunes, 22 de enero de 2018

NO QUIERO QUE ME PUEDA LA COSTUMBRE


NO QUIERO QUE ME PUEDA LA COSTUMBRE

Es el camino y es la incertidumbre
lo que guarda completa la energía.
Es el variable aspecto de las horas,
la nube que se mueve allá en el cielo
sin tener nada claro su destino,
ese echar paso a paso en la mañana,
dejándose llevar por la fortuna,
sentir que te saluda y te acaricia
ese sol tibio y niño,
o es salir a sembrar tras el arado
y hender la tierra y descubrir el surco
dispuesto para el grano.

Todo es enigma, intriga y esperanza.

Pero llega el momento del milagro
y todo se hace gris, se desvanece
en cuanto se descubre y se conoce.
Lo que estaba esperando es ahora nada:
como un suceso más sin importancia,
se encaja entre la piel y se almacena
donde todo es costumbre y es rutina.

No sé si los caminos de tu ausencia
se harán también costumbre:
hay heridas que duelen con más fuerza
cuando son más seguras

y están ya dando golpes en la puerta. 

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