UN VOLVERME A OLVIDAR DE LAS PALABRAS
Ejercicio feliz es el combate
que
tiene como espada la palabra,
aunque
hay guerras más fieras
porque
hay armas de fuego formidables.
Hoy
quise dibujar con la palabra
la
fascinante forma de tus labios
y
entablé una disputa a vida o muerte
con
la fuerza de todas las metáforas.
Pero
llegaste tú y, con tu presencia,
me
olvidé de nombrarte,
probé
los alimentos de tu boca
y
ya sobraron todas las palabras:
bebí
su plenitud, gocé sus curvas,
me
fundí en el abismo de tus labios.
Y
todo fue volcán, milagro, fuego,
el
silencio de todos los silencios
y
un volverme a olvidar de las palabras.
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