¿Ha de atender mi amor a las llamadas
que la razón le manda cada hora
o ha de encontrar que se reafirma en cada
impulso que al instante lo enamora?
¿Acaso quema menos que la brasa
la gris ceniza que en el suelo llora
por no poder arder cual fugaz llama
que se deshace en luces cegadoras?
Amo con la razón que me da cuenta
de tu tiempo y espacio cada tarde
y gozo incontrolable con la fuerza
que me eleva hasta sitio inconfesable
en el que nada ni explicar intenta
por qué vivir es causa razonable.
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