martes, 6 de mayo de 2014

IN PRINCIPIO ERAT VERBUM
¿Es el mundo ventrílocuo del logos,
o el logos es ventrílocuo del mundo,
que quiere aparecerse en lo incendiado
del día desatado de las furias?

En él buscan las cosas su conciencia,
sus sentidos anhelan darle vida
a todo lo que duerme en el olvido
de más allá del tiempo y del espacio.

Cuando se ve ceñido
por un vestido blanco y circular,
que mide su presencia y certifica
sus pesos y medidas, cobra impulso,
se enseña, se desnuda, con las formas
de los dulces sonidos se va al aire
y en su estricto sentido se hace humano.

Entonces, como amantes ardorosos,
 la palabra se abraza al pensamiento,
se funden y se aman con delirio,
confunden sus oficios y son causa
de la causa postrera del milagro.

En el principio estuvo la palabra,
la mente se pensó y se hizo visible
en una prodigiosa melodía

que suena  por el mundo sin descanso.