PASEO
Me has llevado del brazo de la tarde,
con la vida ya plena, ese legado
que el sol deja en los brazos del recuerdo
cada vez que se duerme.
Hay mariposas torpes, asustadas;
mira cómo confunden sus colores
con los rayos del sol y cómo vuelan
en círculos que llevan a la muerte.
El cielo es plenitud, el mundo calla
y deja oír la voz de su silencio.
Mi corazón, disperso, se conforma
con la blanda quietud de tu presencia.
La tarde se consuma en alto cáliz
y yo bebo y me sacio con su sangre.
1 comentario:
Precioso y nostálgico poema.
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