DE SER Y NO SER
Eres en tu grandeza lo que eres,
pero fuiste también cuando no eras
y habitabas el reino de la nada,
que no admite su nombre
sin dejar al momento de ser nada.
¿Qué flor eras entonces, qué perfume
perfumaba tus labios y tu cara?
¿Por qué aquella razón que se hizo suficiente
para que ahora seas y compartas
conmigo los espacios y los tiempos?
He tomado conciencia de mí mismo,
de ti misma, de todo lo que impone
ser, existir, vivir a ciencia cierta:
ahora somos dos seres que se asombran,
se miran y festejan
tan feliz y dichosa coincidencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario