PASEO POR EL SANGUSÍN
(Para todos mis
acompañantes)
El suelo se alzó hecho valle
y el humus se tornó flor
cuando abril se hizo horizonte
y se vistió de color.
Mi voz andaba perdida
y se encontró un ruiseñor
cantando sobre una encina
con voz de fino cantor:
-¿Qué buscas en las llanuras
que te regalara yo?
-No sé, le dije
dudando,
tal vez buscara un amor.
-Sigue, sigue caminando,
pregunta por él al sol,
que en días de primavera
regala ese hermoso don.
Mi voz se perdió en sus ecos
y en el silencio se halló
dialogando con el aire
que sabía de mi pasión;
el quejido de las ramas
y el río, calmo en su son,
me llevaban de la mano
hacia una extraña región.
No sé si volví de ella
o en ella soñé mi amor.
El Sangusín se doraba
con blandos rayos de sol,
lucía vestidos de fiesta
con risas en cada flor.
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