jueves, 13 de junio de 2019

UNA RONDA A DESHORAS Y A DESTIEMPO



UNA RONDA A DESHORAS Y A DESTIEMPO

¿Y si un cántaro se diera a la bebida
después de contemplar que tanto líquido
no debería guardarse solamente
para otros labios y para otras bocas?
¿Cuál sería su actitud robando sorbos,
dejándose llenar cada mañana
para sentir nostalgia cada noche?
Un porrón, un botijo, una botella
se juegan su pudor entre los labios,
que se llevan aprisa mar adentro
lo que alcanzó reposo en todos ellos.

Me detengo en la imagen de un botijo,
manando sobre un rostro. ¿Qué contempla
sin que acaso le pueda la añoranza
de vivir entre malas compañías?
El cántaro será un alma de cántaro
viendo cómo se queda en el vacío;
la bota pertinaz reirá en lo alto,
sin ganas de bajar a ras de tierra
por no desmerecer en el concierto.

Y yo mirando aquí tal desconcierto,
sin saber si beber por un botijo,
si por cántaro, bota o simple vaso
que me sacie la sed y me bendiga
como buen recipiente y buen beodo.

N.B. No creo que este sea el mejor medio para comunicarlo, pero, como varios me han preguntado por los lugares en que se puede comprar mi libro Al paso de los días, responderé un par de veces aquí. Está disponible en Salamanca, librería Víctor Jara. Y en Béjar, librería Malú.

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