Morir es una extraña coincidencia
con unas circunstancias azarosas
que te velan el mundo de las cosas
que alzaban su memoria en tu conciencia.
Si he de morir, que sea en la inocencia
y en un tipo de muerte ventajosa.
De frío no sería muy decorosa
y de risa se anula la decencia.
Tampoco es muy golosa la de hambre
pues nunca es consecuencia del hartazgo
sino de la virtud de nunca hartarse.
Que venga la de amores a mi hallazgo,
que yo quiero morirme y no matarme
porque en morir matando no me hallo.
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