CON LAS
PRIMERAS FLORES DEL ALMENDRO
(Calle
Olivillas, bajada del Túnel, 19 de febrero)
Se recordó la vida en el almendro
y decidió volver hasta las ramas,
heraldos de fulgor en flores blancas
que miran asustadas hacia el cielo.
Las piedras expulsaron, desde dentro
de sus rendijas húmedas, la savia
guardada en la hendidura y olvidada
en lo más escondido del invierno.
La pared, temblorosa, las contempla
como primer vagido en lo profundo
de una incipiente y tenue primavera.
Yo también, en silencio, me descubro
deseando, con aires de nostalgia,
que me transforme en vida la mañana.
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