FUE UN ENCUENTRO AZAROSO, NO FURTIVO
En una encrucijada del camino
el azar decidió que se juntaran
sin conocer su origen ni su anhelo.
Se miraron con ansia, se
sintieron
en una misma copa confundidos,
luego se amaron todo
lo que se puede amar
cuando en la noche arden los
sentidos.
Y la mañana fue una despedida
para pedirse en paz y amablemente
que nunca la tristeza
persiguiera el recuerdo o el olvido.
Somos una fortuna consentida
del azar de los tiempos, se
dijeron.
No nos demos al daño ni a la pena,
ni al abismo penoso de la
melancolía.
Se abrieron los caminos, los
recuerdos
se vaciaron y fueron al olvido,
y fue un suceso más, un accidente
del caos hermoso en que se
cumple el mundo.
1 comentario:
Parece que regresa otra vez la primavera.
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