ENGÁÑATE SABIENDO QUE
TE ENGAÑAS
Descúbrete filósofo pues sabio
es estado final, fruta madura,
presagio inevitable de la muerte,
consecuencia y recuelo complacido
de lo que ya no late ni se agita.
Conócete a ti mismo, hazte preguntas
de esas que nunca deben formularse,
abre siempre las puertas, que entre el aire
y no atufe el brasero que provoca el insomnio.
Anda siempre ligero de equipaje,
dispuesto a la sorpresa y al asombro.
Pero has de permitirte algún descanso,
algún tiempo feliz para el reposo,
para advertir también que, ante ti mismo,
eres un dios menor,
para sentir el gusto de las cosas,
esas que te han de dar un nuevo impulso
para seguir buscando nuevos rumbos
que llevan otra vez hasta el fracaso.
Engáñate sabiendo que te engañas.
Serás sabio y filósofo si juntas
camino y solución de todo y nada.
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