Con el ánimo de dar voz a este bejarano
intrépido y especial, y por si el texto sirve para reflexionar, copio otro de
sus artículos más decididos. A la sazón, estaba en la Cárcel Modelo de Madrid,
tenía 29 años y en él se había encendido ardorosamente el fuego anarquista. No
se templarían mucho sus posturas. Murió en Cuba cuando tenía 52 años.
“MI TESTAMENTO:
Por si hubiera que hacerlo constar en alguna
ocasión, o por si los esbirros de cualquier autoridad me quitasen la vida en la
hora más inopinada, voy a hacer declaración a modo de testamento, aunque soy
joven, me siento vigoroso y no pienso morir por ahora. Y lo hago por impulsos
naturales y libérrimos de mi voluntad y de mi conciencia. Conste así.
Las declaraciones son: No creo en ningún dios,
execro las fronteras y las patrias, huyo de amos y de señores, y soy enemigo
franco y pertinaz de todas las religiones, y más especialmente de la católica.
Reniego del agua con que me bautizaron, de
las veces que me arrodillé, hecho un bestia, ante un hombre más imperfecto que
yo, para contarle mis procederes, y de las hostias que me tragué en el supuesto
de que eran cosa de un dios.
No quiero, cuando me muera, responso, letanías, cirios, aguas benditas,
ungüentos ni cosa alguna que huela a reacción, a rutina, a dogma, a iglesia y a
estupidez.
Ambiciono ardientemente que me den sepultura
en cualquier sitio, menos en el cementerio de los curas.
Deseo con vehementes ansias que ninguno de
los seres que me quieran enlute su cuerpo, invierta lágrimas de rúbrica por mi
defunción.
Soy eterno combatidor de las leyes escritas
y de las autoridades impuestas.
Me hallo el más feliz de los mortales desde
que vivo sin religión, sin dogma, sin ley, sin respeto a ningún gobernante.
Creo que me honra mucho quien me llame ateo,
impío, hereje, racionalista, exaltado, rebelde, sacrílego, blasfemo, satán y
revolucionario.
Quiero unirme a una mujer o varias sin más
lazo que el del amor.
Lucho y lucharé por que toda la Humanidad
trabaje en la misma proporción y sea totalmente feliz acabando para siempre con
privilegios, monopolios, injusticias, propiedades privadas, capitalismos,
explotaciones, asalariamientos, asesinatos, iniquidades, tiranías y
despotismos.
Considero una de las mayores y más placenteras
glorias de mi vida el haber sido excomulgado por el obispo de Plasencia, Pericón
Casas y Souto, tanto que deseo vivamente ser excomulgado algunas veces más,
cientos siquiera.
Opino sería muy conveniente que todos los
hombres emancipados, que tuvieron la desgracia de recibir una educación
religiosa, hicieran semejantes declaraciones. Así podría saberse si el pueblo
español es descreído o creyente, como se empeñan en hacernos tragar”.
(Cárcel Modelo, Madrid. El Rebelde, núm. 26, 16 de junio de 1904).
El análisis y las concordancias o
discrepancias, para una conversación serena y con viandas.
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