PARA
NO MORIR EN EL INTENTO
Vivir como soñábamos vivir,
cuando a vivir tan solo comenzábamos;
cantar esa canción que nunca acaba
porque, al fin, vivir es su melodía;
ser siempre aquel solista que compone
las canciones de un disco en solitario;
vestir de comunión toda la vida
y recibir las hostias consagradas
-esas que la existencia te reserva
por todas las esquinas-
pero nunca poner la otra mejilla;
no disfrazarse nunca, ni en Halloween
siquiera,
-es solo imitación americana-;
aprender a ser padres cuando toca
y no olvidarse nunca de ser hijo;
no correr tan deprisa, pues no sabes
ni adónde vas
ni quién ha de anunciar tu bienvenida;
dejar pasar las cosas sin quemarse
en el fuego voraz de cada día;
o tal vez inmolarse en esa hoguera
que se convierte en luz cada mañana.
inútil, necesaria, verdadera.
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