miércoles, 19 de febrero de 2020

ENTRE VISILLOS



ENTRE VISILLOS

Se echa a dormir el sol y el horizonte
se mece entre los brazos de la noche.
Llego a casa después de un buen paseo.
Descanso. Ceno un poco. Me retiro
a pensarme a mí mismo y, en silencio,
repaso mis asuntos de este día:
aseo, ducha, cama, desayuno,
lectura, compra, sueño; por la tarde,
un rato de escritura y otro rato
de nuevo entre las hojas de los libros.

Nada que me redima de la vida
ni me acerque con prisas a la muerte;
tan solo esos sucesos inocentes,
que parece que no tienen sentido,
ni tienen importancia, pero explican
aquello que realmente es importante.

Yo no sabría vivir si no tuviera
otro telón de fondo que me habita.
En ese decorado hay varios cuadros
llenos de mis colores favoritos:
el tiempo y el espacio y, en su mundo,
tu presencia, que llena cuanto ocupo
y le da ese sabor que me procura
un ansia continuada e incesante
para seguir viviendo cada día.

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