jueves, 16 de junio de 2011

DON QUIJOTE INDIGNADO


Y te fuiste de ronda por el campo, por los extensos campos de Montiel. Ya llevabas al lado a tu escudero, con ínfulas de ínsula a la espalda. Y vinieron a verte las crudas realidades: los sopapos del turbio vizcaíno, los molinos de viento…
Déjame que me quede en los molinos, tan plantaditos ellos, tan eternos, tan al pie de la ley y de los vientos, tan a favor de norma y de molienda; de toda la vida, vamos, de los de la constante tradición.
Te empeñaste en ver más allá de la descripción que, mostrenca, se te ofrecía y, hala, a cambiar aspas por brazos de gigantes briareos, y a sumergirte en otras realidades, en otros mundos nuevos, aunque fueran tan viejos. Y al pasar de la raya de realidad mostrenca, te diste bien de bruces con esas fuerzas brutas que no ven más allá de sus narices.
Qué atrevido este hombre, mira que interpretar las realidades hasta intentar cambiarlas por otras más sociales y de estricta justicia… Así te fue, buen hombre. Al molino se va a moler el trigo, y se deja en su sitio la maquila: es lo que hay en la ley y en sus versículos; y un ciudadano cumple con las leyes, dónde vas a parar, que lo demás es ruido y anarquía, dicen ellos.
Tú fuiste uno de esos, de los que ven las leyes como un lujo, de los que creen que solo son un filtro para poder vivir sin darnos leña. Pero supiste también que no alcanzan las leyes las amplias variables de la vida, que son un lastre siempre si no son auxiliares de otros modos con los que hacer camino más humano.
Hoy hay otros quijotes sentados en las plazas, pasándose las leyes por el forro, sintiendo que esas leyes no les dan fiel respuesta de tantas injusticias como pueblan la acera de las calles. Y por eso se exaltan, sobrepasan con rabia eso que muchos llaman las estigmatizadas líneas rojas (cuántas connotaciones:!líneas rojas!) para gritar con fuerza que hay gigantes enfrente, que eso de describir tan solo es de mostrencos, de los que no han pasado por conciencia ningún filtro de datos. ¿Pero no se da cuenta este senado: representantes ligth de alto copete, medios de la derecha y de los centros, filósofos al uso, predicadores varios que se forran a base de sermones en los medios, corporaciones todas, tontos múltiples… de que algunas protestas aspiran a llevar a la otra orilla la descripción de datos y de alzarse con ellos en otra realidad y en otras causas que explican de verdad lo que sucede? ¿De verdad que no hay nadie que descubra que interesan el trabajo y el descanso, el número infinito de parados, las fábricas que cierran…, pero que importan tanto y mucho más todas aquellas causas que han generado el caos, no solo laboral sino social y de formas de vida? ¿Cómo se puede ser analfabeto en esas cantidades industriales? ¿Es que no oyen los gritos ante ellos de los que ven que hay otras realidades distintas, diferentes, otras maneras de ordenar la vida?
Estoy viendo quijotes estos días en muchísimas plazas dispuestos a la lucha y a proclamar que al menos por ellos que no quede. No quiero recordarles tus tristes resultados. Mi voz está hoy contigo gritando por la plazas y los barrios.

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