lunes, 6 de junio de 2011

NECESITO ESTA DIETA


Debería de plantearme alguna dieta para este verano. No pienso en mi salud física, que también, pues me sobran unos kilillos de más de esa curva ya antigua propia de los cuarenta, que ya no tiene visos de abandonarme; pienso en mi salud mental.
Desde hace algún tiempo tengo la absurda costumbre de pasar ratos observando lo que se vomita por los canales de la nueva TDT en horarios nocturnos. No dejo de sorprenderme.
Antes me ocurría con los periódicos de papel y ya me he curado del espanto. Con estos nuevos medios aún no lo he conseguido. Se justificaba el asunto con aquello de estar atento a varias interpretaciones de la realidad para después poder argumentar con más solidez cuando uno echa su cuarto a espadas. Ya no sé si esto vale la pena, porque, si intelectualmente parece una postura honrada, éticamente también supone una bajada de pantalones en favor del insulto continuado, de la mentira compulsiva y del engaño manifiesto.
Todas estas cadenas, en manos de grupos bien definidos en ideología retrógrada, compiten por ver la manera de situarse más altas en la exageración, en la selección sesgada de los temas, en la llamada de tertulianos adictos y en el ocultamiento de todo lo que no huela a dinero. Al cabo del tiempo, terminan por imponer como verdad absoluta aquello de que lo que no son cuentas son cuentos. Y nos empobrecen la vida, y nos velan las ideas, y nos atontan, y mueven a las masas a su antojo.
Dicen que no superan el uno por ciento de audiencia. Menos mal. Pero su poder es inmenso y el tiempo y la repetición juegan a su favor. Yo creo que ya han producido buena parte de lo que buscaban: que la gente no viva más que en clave de dinero.
Eso sí que es crear pobreza en un país. De la mental y hasta de la de las cuentas, esas que todo lo invaden según ellos.
De modo que debería de imponerme la dieta del empuje del botón y del cierre de ventanas. Por higiene, por salud, por honradez. Y ahora que esta ventana se me ha vuelto a abrir, más.
Veremos cuántos kilos he dejado por el camino cuando lleguen los calores. Esto debe de ser tan saludable al menos como dejar de fumar. Puede que hasta se me quite la ciática que me tiene postrado.

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