domingo, 20 de julio de 2014

COMO UNA LARGA HUIDA


Los dos amigos paseaban cadenciosamente en medio de la tarde. El sol ya declinaba y el horizonte, cuanto más se alejaba, más parecía hacerse presente. La charla distendida ya duraba un buen rato. El camino era estrecho y los árboles formaban un dosel que sombreaba todo.
-¿Dios es causa o consecuencia?, espetó uno de ellos.
-Dicen que es causa de todo lo demás y por eso es Dios, respondió el segundo.
-¿Y tú qué piensas?, le replicó con una nueva pregunta.
-Sea como sea, tiene que ser el resultado de una huida muy larga. Desde el resto de las cosas hasta Él o desde Él al resto de las cosas. En ambos casos el resultado no es demasiado positivo. Si partimos de Él, el salto hacia los resultados en la realidad se antoja muy en el vacío y hasta se puede explicar, dijo bromeando, el descanso al séptimo día, cansado de crear y crear con resultados poco satisfactorios. Si partimos de la realidad humana, el salto hacia esa idea de Dios se vuelve así mismo un triple mortal y un refugio en busca de no morir en el intento de una realidad tan deficiente.

El paseo se tornó silencioso desde aquel momento. Pero se oía el silencio bajo los árboles. Desde una atalaya del sendero, el horizonte se mostraba luminoso y triste. También desde allí el silencio parecía más denso y sonoro.

No hay comentarios: