viernes, 13 de enero de 2017

ANDA YA, MOJIGATERO

2017-01-13
ANDA YA, MOJIGATERO
(Romance en el que se da respuesta a A.M.,
que se empeña en castigar al cuerpo sin sus
necesarios, preciados e insustituibles alimentos)    

No, colega, no te empeñes,
no me seas puñetero.
¿Que comamos las raíces
habiendo ricos torreznos?,
¿Que bebamos solo agua
y no aguardiente del bueno?

¿Tú sabes bien lo que dices?,
¿sabes lo que estás diciendo?
O te has quedado sin juicio
o eres de carácter hético.

Hazte monje o ermitaño
y vive como vivieron,
según nos contaba Lope,
los   consabidos batuecos,
y no quieras formar claustro
con frailes tan pordioseros.

En fin, sabes qué te digo
y de nuevo te reitero:
que, con esas exigencias
y con esos presupuestos,
no cuentes con mi presencia.
Hasta siempre, compañero.

N.B.
Como no te ha de ir muy bien
solo y sin buen aparejo,
esperaremos tu vuelta,
tus nuevas y experimentos.
Yo te propondré otra lid
en la que emplear los ingenios:
esta ya va oliendo un poco
por prolijo menudeo.
O tal vez lo haga Majada,

que anda mudo y muy discreto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay que ver cómo has cambiado
desde que no te frecuento,
que abandonas el espíritu
para darle gusto al cuerpo.

Yo no digo que no comas
alguna vez un torrezno
ni que dejes de beber
algún caldito del bueno;
pero tú que siempre fuiste
de Sénecas y Miletos,
de Cicerones y Sócrates,
de Virgilios y Terencios,
¿Cómo te has mudado tanto?
¿Qué te ha puesto en este entuerto?

Ya sé, ya, que esto no es cosa
que se cambie en poco tiempo.

Algo, al fin, tendrán que ver
Centenas, castañarejos;
la alta Peña de la Cruz;
caminos entre cerezos;
la dehesa de Candelario
y Cantagallo y el Puerto.

Mira que estás desbarrando;
no equivoques, compañero,
velocidad con tocino,
ni caracol con estiércol.

Vuelve a la senda gloriosa
de los altos pensamientos
que te ocuparon un día,
si es que aún te queda cuerpo.

¡Ay, qué poco has aprendido
del amigo Casadiego!

N.B.
Ya no más, ya me retiro;
con un abrazo te dejo,
que el tiempo que se me ha dado
en otras cosas lo empeño.

Saludos, señor Majada,
que en Madrid le vaya bueno.

A.Merino