DESDIBUJAR
EL TIEMPO
No es fácil despojarse de la historia
-ni siquiera tal vez sea lo mejor-,
desvincular las noches de los días,
o entender que las cosas no suceden
porque otras las empujan a que sean.
Es hermoso nacer cada mañana
para vivir el día como nuevo,
negar todo lo antiguo y olvidarse
de que existió tal vez,
pensar que no hay historia
que dure más que duran los sucesos
mientras están pasando,
y no dar fundamento
a lo que al día siguiente nos espera.
Porque será otro día y es posible
que venga cuando el tiempo esté dormido
y acaso nos sorprenda
con algo más de luz y de pasión,
esa fuerza tan viva,
que no sabe de tiempo ni razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario