EN ESOS RATOS VAGOS Y CONFUSOS
Me descubro a menudo preocupado,
pensando cómo hacerles
cosquillas a las horas y a los
días,
para seguir viviendo;
cómo lograr acaso
que las tardes no acaben solitarias
o las noches se duerman
entre el roce y el fuego de los
cuerpos.
En esos ratos vagos y confusos,
mi corazón se encuentra
en un borroso y turbio decorado,
abre al aire sus puertas
y se vende, se alquila, se regala
a quien quiera sentarse a echar
un rato
de simple compañía,
a dar sentido al mundo y a sus
horas.
Así hay días y horas de colores
y noches de vigilia en
claroscuro,
latidos que acelera
la voz de algún suspiro
despistado
o silencios que matan con
silencio,
sin augurio ninguno del mañana.
Mi corazón alquila mi conciencia
y yo no sé negarme a sus deseos.
2 comentarios:
No alquiles tu corazón que es tuyo, en todo caso, prestalo un ratito a los amigos que quieran compartir sus latidos.
Lo haré-
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