Tiene que ser difícil conjugar
con tino elementos que parecen contrarios y que, sin embargo, resultan
complementarios; tales como el dedo y la luna, el singular y el plural, el
egoísmo y la necesidad de compartir, la mirada corta y el largo plazo, el
conjunto y la individualidad, la casa particular y la comunidad, la bondad y la
rigidez mental, el reparto y la exclusión….
Hay períodos en los que este
binomio se acentúa y apenas llegamos a conocer que existen términos
complementarios cuya existencia se justifica por la del contrario y ninguno
podría existir sin la presencia del otro. Tal vez uno de ellos sea el de los
períodos electorales, desde la confección de listas hasta la continua
descalificación de los adversarios. Como si eso diera más puntos en la
competición. Y lo peor de todo es que acaso los dé.
Por eso es bueno aislarse un poco
y pararse a contemplar otras posibilidades, aquellas que nos ofrecen las
personas que miran más allá de lo inmediato y piensan, más que en ellos mismos,
en la comunidad.
Hoy mismo leo un libro del
astrónomo recientemente fallecido Stephen Hawking. De su primera parte extraigo
estas palabras que me reconfortan. Dice esto de sí mismo y de sus deseos: “He tenido una vida extraordinaria en este
planeta, mientras que, al mismo tiempo, he viajado por el universo mediante mi
mente y las leyes de la física. He estado en los confines más lejanos de
nuestra galaxia, he viajado a agujeros negros y he regresado al principio de los
tiempos. En la Tierra, he experimentado altibajos, turbulencia y paz, éxito y
sufrimiento, he sido rico y pobre, capaz y discapacitado. Me han elogiado y
criticado, pero nunca me han ignorado. Me he sentido enormemente privilegiado
de poder contribuir, con mi trabajo, a la comprensión del universo. Pero sería
un universo vacío, si no fuera por las personas que amo y que me aman. Sin
ellas, la maravilla de todo se habría perdido para mí.
Y al final de todo esto, el hecho de que los humanos, que al fin y al
cabo somos conjuntos de partículas fundamentales de la naturaleza, hayamos
podido alcanzar una cierta comprensión de las leyes que gobiernan el universo y
a nosotros mismos, es un gran triunfo. Quiero compartir mi emoción sobre esas
grandes preguntas y mi entusiasmo sobre la búsqueda.
Espero que algún día lleguemos a saber las respuestas a todas esas
preguntas. Pero hay otros desafíos, otras grandes preguntas en el planeta que
deben ser respondidas, y estas también necesitan una nueva generación
interesada, comprometida y que comprenda bien la ciencia. ¿Cómo alimentar a una
población en constante crecimiento, proporcionar agua limpia, generar energía
renovable, prevenir y curar enfermedades, y frenar el cambio climático global? Espero
que la ciencia y la tecnología proporcionen las respuestas a estas preguntas,
pero hará falta gente con conocimientos y comprensión para implementar estas
soluciones. Debemos luchar para que cada mujer y cada hombre tengan la
oportunidad de vivir vidas sanas y seguras, con oportunidades y amor. Todos
somos viajeros en el tiempo, viajamos juntos hacia el futuro. Trabajemos unidos
para construir ese futuro, un lugar que nos guste visitar.
Seamos valientes, curiosos, decididos, superemos las dificultades. Se
pude conseguir.”
Casi lo mismo que pegarse por ir
el primero en las listas electorales. Y la fuerza, ay, se nos va en esto último;
de tal manera, que, cuando vamos a actuar ya nos hemos quedado sin resuello y
nos toca volver a esforzarnos por abatir al contrario como principal logro. Con
lo hermosa que es la actividad política y lo fácilmente que la degradamos.
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