Escribo las últimas líneas de un muy breve ensayo acerca de la poesía mística
y la lírica amorosa, a partir de la relectura de la Guía espiritual, de Miguel de Molinos (s. XVII). Para él he
rescatado este soneto que escribí hace ocho años (23-01-2012):
“TRAS DE UN AMOROSO LANCE”
Quisiera estar saciado
con tu hartura,
sentir que lo demás se
muestra vano,
engolfarme embriagado en
tu hermosura,
que se ha ofrecido al fin
a mi reclamo.
Y allí estarme seguro en
tu pastura,
llevado sin cuidado de la
mano
de quien llagó mi vida a
tal altura
que ya solo en su amor
halla el descanso.
Y, entonces, solo unión,
absorbimiento,
no al querer ni al
pensar, no a la conciencia,
pues tú eres verdadero
entendimiento.
Y cesar y olvidar y estar
ya muerto
y vestirme de nada y de
inocencia,
de olvido, de quietud y
de silencio.
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